En este post vamos a intentar explicar los tipos de fiebre y sus características más representativas.
Primero vamos a realizar una breve
introducción a lo que es el síndrome febril y sus causas más frecuentes.
El síndrome febril es el ascenso de la temperatura
corporal de manera anómala.
Frecuentemente, suele estar acompañada de escalofríos y malestar general.
Frecuentemente, suele estar acompañada de escalofríos y malestar general.
Debemos saber que la
temperatura normal es la resultante del calor causado mientras los nutrientes
se oxidan y de la temperatura ambiental,
la cual es regulada por el sistema termostático que se vale para tal finalidad
de dos centros localizados en la región hipotalámica.
El principio más habitual de la elevación
de la temperatura son las enfermedades infecciosas. Pero encontramos que
la temperatura corporal crece o se conserva por varios mecanismos como es la
actividad muscular, aumento de la hormona tiroidea, vasoconstricción
periférica, aumento de la ingesta de alimentos…
Además, la temperatura corporal también
se reduce por la sudoración, disminución de la ingesta de alimentos y aumento
de la ingesta de agua, disminución de la producción de hormona tiroidea…
La temperatura corporal se mide
en la piel, ya sea en la axila, en la boca o en el recto. Esta última, es la
que se lee con mayor exactitud.
Para concluir, debemos saber que
para poder establecer correctamente el diagnóstico de fiebre, es importante
tomar en consideración las variaciones normales de la temperatura.
FASES DEL SÍNDROME FEBRIL
Desde el punto de vista clínico el síndrome febril ocurre por distintos periodos que se ajustan con situaciones fisiopatológicas totalmente definidas.
Estas fases se pueden enumerar de la siguiente forma por
el orden en que se suceden:
- Prodomica o de preparación
- Estacionara o de estado
- Defervescencia o declinación
Prodomica o de preparación
Fase de comienzo. Ocurre en: artralgias, mialgias,
cefaleas…Sensación de palidez y mal estar general. El individuo aún no tiene
fiebre pero si padece estas sensaciones previas.
El sujeto se encuentra con escalofríos en un ascenso
térmico.
Aumenta la producción y mantenimiento del calor. Acumulando,
así, calor endógeno como resultado del predominio de los fenómenos de
termogénesis sobre los de termólisis, de ahí viene la palidez y frialdad
cutánea y la piloereccion (responsables de la denominada “piel de gallina”, así
como de la contracción muscular (escalofríos).
La fiebre suele acompañarse de varios síntomas, pero
puede ser que también sea sintomática y así, pasar inadvertida.
Estacionaria o de estado o de bochorno
En esta fase, la temperatura asciende hasta el nuevo
punto de ajuste de los centros reguladores y se llega así a la fase de
estabilización.
Se alcanza el nivel de fiebre gracias al nuevo equilibrio
térmico donde los cambios son varios y constituyen el síndrome febril.
DEFERVESCENCIA O DECLINACION
La temperatura corporal todavía se encuentra alta. El
hipotálamo está intentando regular la temperatura a unos 37ªC.
Cuando la temperatura cutánea se acerca a 34ºC comienza
la sudoración que nos indica la defervescencia de la respuesta febril, y se
llega a la normotermia, ausentándose el pirógeno de la circulación.
Aquí, se produce un nuevo ajuste con más pérdida de
calor.
La termólisis aventaja a la termogénesis, y se elimina el
calor almacenado. Por lo tanto, se produce sudoración. Además, la piel está
caliente por la vasodilatación generalizada.
Las alteraciones hemodinámicas y respiratorias reculan
vertiginosamente, mientras que los desajustes metabólicos requieren varios días
para su recuperación.
Fuentes consultadas:
- Mick NW. Pediatric fever. In: Marx JA, ed. Rosen's Emergency Medicine: Concepts and Clinical Practice. 7th ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2009: chap 165.
- Leggett J. Approach to fever or suspected infection in the normal host. In: Goldman L, Schafer AI, eds.Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011: chap 288.
- Romero Cabello, Raúl (2007). Microbiologia y parasitologia humana: Bases etiologicas de las enfermedades infecciosas y parasitarias. Ed. Médica Panamericana. p. 1646.
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