lunes, 13 de octubre de 2014

FASES DEL SÍNDROME FEBRIL


En este post vamos a intentar explicar los tipos de fiebre y sus características más representativas.

Primero vamos a realizar una breve introducción a lo que es el síndrome febril y sus causas más frecuentes.
El síndrome febril es el ascenso de la temperatura corporal de manera anómala.
Frecuentemente, suele estar acompañada de escalofríos y malestar general.
Debemos saber que la temperatura normal es la resultante del calor causado mientras los nutrientes se oxidan  y de la temperatura ambiental, la cual es regulada por el sistema termostático que se vale para tal finalidad de dos centros localizados en la región hipotalámica.
El principio más habitual de la elevación de la temperatura son las enfermedades infecciosas. Pero encontramos que la temperatura corporal crece o se conserva por varios mecanismos como es la actividad muscular, aumento de la hormona tiroidea, vasoconstricción periférica, aumento de la ingesta de alimentos…
Además, la temperatura corporal también se reduce por la sudoración, disminución de la ingesta de alimentos y aumento de la ingesta de agua, disminución de la producción de hormona tiroidea…
La temperatura corporal se mide en la piel, ya sea en la axila, en la boca o en el recto. Esta última, es la que se lee con mayor exactitud.
Para concluir, debemos saber que para poder establecer correctamente el diagnóstico de fiebre, es importante tomar en consideración las variaciones normales de la temperatura.

FASES DEL SÍNDROME FEBRIL

Desde el punto de vista clínico el síndrome febril ocurre por distintos periodos que se ajustan con situaciones fisiopatológicas totalmente definidas.
Estas fases se pueden enumerar de la siguiente forma por el orden en que se suceden:
  1. Prodomica o de preparación
  2. Estacionara o de estado
  3. Defervescencia o declinación
Prodomica o de preparación
Fase de comienzo. Ocurre en: artralgias, mialgias, cefaleas…Sensación de palidez y mal estar general. El individuo aún no tiene fiebre pero si padece estas sensaciones previas.
El sujeto se encuentra con escalofríos en un ascenso térmico.
Aumenta la producción y mantenimiento del calor. Acumulando, así, calor endógeno como resultado del predominio de los fenómenos de termogénesis sobre los de termólisis, de ahí viene la palidez y frialdad cutánea y la piloereccion (responsables de la denominada “piel de gallina”, así como de la contracción muscular (escalofríos).
La fiebre suele acompañarse de varios síntomas, pero puede ser que también sea sintomática y así, pasar inadvertida.

Estacionaria o de estado o de bochorno
En esta fase, la temperatura asciende hasta el nuevo punto de ajuste de los centros reguladores y se llega así a la fase de estabilización.
Se alcanza el nivel de fiebre gracias al nuevo equilibrio térmico donde los cambios son varios y constituyen el síndrome febril.


DEFERVESCENCIA O DECLINACION
La temperatura corporal todavía se encuentra alta. El hipotálamo está intentando regular la temperatura a unos 37ªC.
Cuando la temperatura cutánea se acerca a 34ºC comienza la sudoración que nos indica la defervescencia de la respuesta febril, y se llega a la normotermia, ausentándose el pirógeno de la circulación.
Aquí, se produce un nuevo ajuste con más pérdida de calor.
La termólisis aventaja a la termogénesis, y se elimina el calor almacenado. Por lo tanto, se produce sudoración. Además, la piel está caliente por la vasodilatación generalizada.
Las alteraciones hemodinámicas y respiratorias reculan vertiginosamente, mientras que los desajustes metabólicos requieren varios días para su recuperación.

Fuentes consultadas:
  1.  Mick NW. Pediatric fever. In: Marx JA, ed. Rosen's Emergency Medicine: Concepts and Clinical Practice. 7th ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2009: chap 165.
  2. Leggett J. Approach to fever or suspected infection in the normal host. In: Goldman L, Schafer AI, eds.Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011: chap 288.
  3. Romero Cabello, Raúl (2007). Microbiologia y parasitologia humana: Bases         etiologicas de las enfermedades infecciosas y parasitarias. Ed. Médica Panamericana. p. 1646.

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